““El Gymnasium era muy exigente, nos enseñaban, entre otros, historia, geografía, Latín, griego y varios instrumentos muiscales”.
“Como me gustaba la música canjeaba con otros alumnos el pan, que nos daban en la tarde, por horas de órgano. Participaba como ´comodín´ en los conjuntos de música que organizaban mis compañeros”.